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Yunier Dorticós saca a relucir su enorme poder y Cuba tiene de nuevo un campeón del mundo

  • El Nuevo Herald
  • 17 jun 2019
  • 2 Min. de lectura

Un hombre con poder nunca estará perdido en el boxeo. Yunier Dorticós volvió a demostrar coraje y potencia para darle a Cuba lo que hace rato no tenía: un campeón mundial.

Con un golpe demoledor en el décimo asalto, Dorticós (24-1, 22KO) venció en Riga al estadounidense Andrew Tabiti y se convirtió en rey de la Federación Interancional del Boxeo, además de avanzar a la gran final en la Súper Serie Mundial.

Para Dorticós este triunfo posee sabor de redención, pues fue en esta misma instancia que se quedó con las ganas de avanzar al máximo escenario de esta competencia y conquistar el trofeso Muhammad Alí.

El cubano había perdido el pase a la bolsa millonaria en el 2018 al caer frente a Murat Gassiev, pero ahora pasó por encima de Tabiti sobre su propia pasión y con la visión de su propia sangre.

Tabiti (17-1, 13KO) comenzó mejor el combate y pudo haber ganado los primeros cuatro asaltos con un boxeo escurridizo, movimientos laterales, impactor rápidos y cortos y, sobre todo, agarres constantes.

Pero poco a poco podía advertirse que Dorticós comenzaba a presionar a Tabiti desde el quinto y en el sexto la mareaba cambiaba de manera definitiva a favor del cubano.

Tabiti y Dorticós chocaron en un cabezazo que cortó profundamente al cubano, pero finalmente el árbitro penalizó al protegido de Floyd Mayweather por sus agarres que impedían el despliegue de los brazos del antillano.

De ahí en lo adelante, y con los consejos de su técnico Pedro Roque, Dorticós acelero la presión sobre Tabiti, quien se movía menos y era presa del jab del cubano

Para el décimo asalto ambos daban síntomas de cansancio, pero la fortaleza y la preparación de Dorticos hicieron la diferencia en esa derecha poderosa que envió a la lona de manera definitiva a Tabiti. La redención ya estaba completa.

Poco después, el héroe local Mairis Briedis capturaba la faja de la Organización Mundial al vencer también por nocaut en el tercer asalto al polaco Krzysztof Glowacki. Esta es la final esperada entre dos guerreros de poder y carisma.

Pase lo que pase, por el momento Dorticós debe disfrutar su triunfo y Cuba su regreso al departamento de los coronados.


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