Renuncia el primer ministro italiano Giuseppe Conte

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, anunció este martes que abandona su cargo luego de dirigir críticas a Matteo Salvini, hasta ahora su socio en la coalición gobernante al frente de la cartera de Interior, informa La Repubblica.

"Tras finalizar este debate me dirigiré al presidente de la república [Sergio Mattarella] para transmitirle mi solicitud de renuncia", expresó Conte durante un discurso pronunciado hoy en el Senado italiano.

El político justificó su decisión por la moción de censura en su contra iniciada por una de las fuerzas de la coalición, el partido Liga Norte, dirigido por Salvini.

Por otra parte, Conte acusó a Salvini de actuar con "irresponsabilidad institucional" por interferir en el trabajo de otros ministros de la coalición, desatando una crisis "que ha llevado al país a una espiral de incertidumbre política y financiera".

"Con esto el funcionamiento de este Gobierno toca a su fin", añadió.

La sesión actual del Senado fue convocada luego de que la Liga Norte diera por terminada la coalición con el Movimiento 5 Estrellas, con el objetivo de buscar mayorías alternativas y crear un nuevo Gobierno, o bien para recomponer la coalición actual, una opción poco probable en el actual clima de confrontación entre ambas fuerzas, estiman los expertos.

El pasado 9 de agosto, Salvini exigió a todos los senadores del país que regresen de sus vacaciones para que Conte constate su falta de apoyo y presente su dimisión para dar paso a elecciones anticipadas, postulándose, además, como candidato para remplazarlo en el cargo.

El presidente italiano Sergio Mattarella ha aceptado este martes la renuncia presentada por el primer ministro Giuseppe Conte. Además, anunció que a partir de este miércoles tratará con los líderes del partido para hallar una solución a la crisis política, según un comunicado de su oficina al que tuvo acceso Reuters.

Mattarella le pidió a Conte que continúe llevando a cabo los asuntos gubernamentales mientras continúen las discusiones con el fin de ver si existe la voluntad política de conformar un nuevo Gobierno. De no prosperar, se deberá convocar a elecciones anticipadas y disolver el Parlamento tres años y medio antes de lo previsto.