Venecianos cansados del turismo y las inundaciones
- AP
- 19 nov 2019
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Paolo Brandolisio, uno de los cuatro fabricantes de remos para góndolas que quedan en Venecia, avanza entre el agua en su taller por tercera vez en una semana de grandes inundaciones, desesperado por la falta de ayuda a nivel local y nacional.
“Si este fenómeno se sigue repitiendo, hay que pensar cómo vamos a contrarrestarlo”, expresó. “Las defensas que planean los políticos no bastan”.
“Tenemos que hacer algo nosotros mismos”, agregó.
Los venecianos están cansados de lo que consideran las respuestas inadecuadas a los crecientes problemas de la ciudad: Inundaciones sin precedentes, amenazas al medio ambiente, los problemas de seguridad asociados con los cruceros turísticos y el impacto que tiene un turismo desbordado.
Se sienten librados a su suerte y cada vez menos venecianos viven en la parte histórica y defienden sus intereses, tratando de evitar que el sector se convierta en un parque temático.
Las históricas inundaciones de la última semana --tres veces hubo 1,5 metros (casi 5 pies) de agua y se alcanzó un récord histórico de 1,87 metros (seis pies uno)-- hicieron que aumenten los llamados para que se reconozca el status especial de Venecia como un sitio único y al mismo tiempo muy vulnerable.
Se calcula que las inundaciones causaron daños por valor de cientos de millones de euros, aunque todavía no hay un estimado final. Obras maestras de la arquitectura como la Catedral de San Marcos aún no han sido inspeccionadas y los manuscritos de la biblioteca del conservatorio de música no hay sido examinados por expertos. Sin mencionar las pérdidas personales de miles de residentes y comerciantes.
“Me siento avergonzado”, declaró Fabio Moretti, presidente de la histórica Academia de Bellas Artes de Venecia, que alguna vez fuese presidida por Tiepolo y Canova. “Estos sitios están bajo nuestra custodia. No nos pertenecen. Son patrimonio de la humanidad. Es una herencia que hay que preservar”.
La frustración va mucho más allá del hecho de que no se completaron y activaron 78 barreras submarinas que deberían prevenir el tipo de daños sufridos por la ciudad esta semana. El sistema no ha sido terminado ni ensayado al menos parcialmente a pesar de que llevan trabajando 16 años en el proyecto y se han invertido más de 5.000 millones de euros (5.500 millones de dólares). Mucha gente duda de que las defensas funcionen.
Brandolisio, el fabricante de remos, nota fallas sistemáticas en la respuesta oficial, incluida la falta de ayuda inmediata para los necesitados. Esos servicios los terminan ofreciendo voluntarios, incluida una red de estudiantes que asisten en la remoción de objetos que han quedado bajo el agua y conductores de taxis acuáticos que transportan gente durante las emergencias.
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